ESCUELA JULLICUNCA

HISTORIA DE LA ESCUELA ADVENTISTA JULLICUNCA, CUSCO

    La Escuela Particular Adventista Jullicunca, Cusco, se crea oficialmente con Resolución Ministerial N° 6118, con fecha de 12 de junio de 1944, el primer Director de esta institución educativa fue el maestro Carmelo Turpo Layme, la resolución de creación es, gracias a Dios y a los amantes de la educación cristiana adventista, que gestionaron encabezado por el educador Carmelo Turpo. Esta escuela adventista funcionaba sin reconocimiento oficial desde 1922 a 1944.

     Antes de la resolución de creación de la institución educativa privada adventista, ya funcionaba una escuela rural indígena en Ocongate, desde 1917 a 1921, creada y motivado por los indigenistas integrantes de la Asociación Pro –Derecho Indígena Tawantinsuyo que extendió en el sur del Perú, en los departamentos: Puno, Cusco, Arequipa, Apurímac, Madre de Dios, Cerro de Pasco, Huánuco y después se extendió casi a todo el Perú. 
     La Asociación Pro- Derecho Indígena fue creado en 1909, por los indigenistas: Pedro Zulen Aymar, Dr. En Letras, catedrático en la Universidad San Marcos de Lima, Periodista Dora Mayer Loehts y Joaquín Copelo, catedrático de San Marcos. 

     ¿Por qué razón surgen las escuelas rurales indígenas y la Asociación Pro – Derecho Indígena?

     Muchos investigadores e historiadores como: Jorge Basadre, Alberto Flores Galindo, Manuel Burga y otras investigaciones para sus grados académicos de la Universidad Nacional Altiplano Puno, Universidad Nacional San Antonio Abad Cusco, Universidad Nacional San Marcos Lima, nos dan razones siguientes:

 1. Los hijos de los indígenas eran entregados a las autoridades en calidad de obsequio para el servicio doméstico y no recibían educación básica por lo menos, su destino de estos niños era a ser ignorantes, iletrados. Uquiaga dice: “Existían costumbres que pesaban sobre los indios, como era el derecho del gobernador, que ejercitando su autoridad obligaba a los indios a que le entregaran niños menores de 12 años, que este enviaba al Prefecto del departamento o al Subprefecto de la provincia o a sus amigos en calidad de obsequio para dedicarlos al servicio doméstico.” (Tesis David Ruelas Vargas) 

 2. Los indígenas recién casados eran obligados a prestar servicio gratuito a las autoridades durante un año, servicio denominado Ponguillos, en la región de Puno se le denominaba Hilaqatas. Los campesinos tenían que prestar un servicio gratuito al señor cura como mayordomos y alferados, quienes tenían que entregar, un cordero degollado, conejos, quinua, papa al sacerdote. (Frisancho, 1979, pág. 179) Los Hilaqatas servían al gobernador por un año. Los alguaciles eran los que servían al Juez de Paz y la Mayordomos con los alferados servían al Tata Cura. 

 3. En la provincia de Acomayo, Cusco, frente a estas injusticias y estafas hacia los indígenas, Marcelino Halire Cuchillo y Miguel Choque crearon cinco escuelas indígenas, dirigida por licenciados del servicio militar, según el informe hecha por el Inspector de Enseñanza Acomayo, Cusco al Ministerio de Fomento, Asuntos Indígenas con fecha de 28 de marzo 1925, estas escuelas estaban ubicadas en: Llactapampa, Marcaconga, Mosocllacta, Pomacanchi (Choseccani) y en Puica, Provincia de Acomayo, estas creadas desde 1922 a 1925. Fueron creadas para salir de la explotación del hombre por el hombre, citamos algunos nombres que promovieron la instalación de estas escuelas como a: Miguel Parihuana, Ignacio Quispe, Miguel Taiña, Pedro Halire, Fermín Cuchillo, Salomón Puma y otros. Marcelino Halire Cuchillo promotor principal, entregó su vida por promover la creación de escuelas rurales para hijos de indígenas, fue tomado prisionero en Santa Lucía, muerto y sepultado en la laguna de Pomacanchi.

 4. Los servicios gratuitos que hacían a las autoridades son los siguientes: a) Alcaldes de vara b) Agentes municipales c) Celadores municipales d) Guardias de cárcel e) Pongos (Servicios de los varones a las autoridades) f) Mitayos (Servicio de las mujeres en la cocina, o cocineras) g) Alguaciles (Servicio a los jueces) h) Mayordomos y alferados (Servicio a los sacerdotes, tenía que proveer carnero degollado, gallinas, cuyes, quinua, papa etc.) i) Otros 

 5. Los pioneros de la educación indígena vieron la necesidad de la educación, porque vivían en una sola choza contaminado por el humo del fogón, no conocían el uso del cuchillo, cuchara y el cuchillo, comían sus alimentos con los dedos sin lavar. 

6. Los campesinos por ser iletrados eran convencidos para vender sus tierras a los hacendados, se fraguaban documentos falsos pues se hacía aparecer que recibían sumas equitativas de dinero, cuando esto no era cierto. En consecuencia, los escritos eran medios de engaño y estafa. Esto concitó a los campesinos la idea de que ellos y sus hijos deberían aprender a leer y escribir. Y se empezó a crearse escuelas rurales para la educación de los indígenas. 

     La Asociación Pro Derecho Indígena Tawantinsuyo hizo una labor extraordinaria para la educación de los indígenas y defendiendo sus derechos de ellos. En 1919 en el gobierno del Presidente Augusto B. Leguía se crea la oficina de asuntos indios, dentro del Ministerio de Desarrollo y Hacienda. También se forma la Comisión Pro-indígena. 

  CREACIÓN DE UNA ESCUELA RURAL EN OCONGATE, QUISPICANCHIS, CUSCO

    En 1917 llegan algunos integrantes del movimiento de liberación indígena denominado Asociación Pro Derecho Indígena Tawantinsuyo al territorio de Ocongate, entonces se forma el Comité de Defensa Pro Indígena, cuyos integrantes fueron las siguientes personas: 1. Jerónimo Turpo, de la Comarca de Llullucha, con cargo de Presidente 2. Juan Yana (Tinke) 3. Mariano Cachiracay (Lauramarca) 4. Juan Layme (Palqa) 5. Pedro Sojlle (Qoqepata) 6. Manuel Quispe (Patapallpa) 7. Pedro Machaca (Aqocunca)

     Las reuniones solo se realizaban en las noches, en una de las reuniones toman la decisión de crear una escuela rural, no formal, quiero decir sin reconocimiento del estado peruano, porque veían que, el único camino de liberación de la explotación, era la educación, especialmente la educación de sus hijos. Este comité viaja a la ciudad de Lima, para solicitar la creación de una escuela fiscal, pero este petitorio no fue aceptado por los funcionarios del Presidente de la República, Augusto B. Leguía, pero sí les otorgó garantías para iniciar el funcionamiento de la escuela rural, y les entregó útiles escolares para los estudiantes de la citada escuela rural. 

     Los hacendados de la Provincia de Quispicanchis, al enterarse que estaban intentando crear escuelas rurales para hijos de indígenas se opusieron y surgieron amenazas, por esta razón muchos de los integrantes de este comité tenían temor. 

     En esos meses, el líder Jerónimo Turpo, con el apoyo de algunos miembros de su comité y de Asociación Pro Derechos del Indígena Tawantinsuyo, crea la primera escuela rural privada de Llullucha, el primer maestro de la escuela fue, Armando Jiménez, maestro contratado por el comité citado, se inició las laborares escolares con 25 alumnos, funcionó en la casa de Jerónimo Turpo, y las labores se realizaban en turno tarde. 
    
     El siguiente año, el Director de la Escuela Fiscal de Ocongate convoca a un concurso de lectura y escritura para las escuelas existentes. En este concurso participa dos estudiantes de la Escuela Privada Llullucha. En el resultado del concurso, aparece como ganador absoluto un alumno de la Escuela Privada Llullucha, y el nombre de este alumno ganador fue, Mariano Carmelo Turpo Layme, que posteriormente hizo sus estudios superiores en Colegio Adventista Titicaca, en aquellos años se denominaba Colegio Normal de Chullunquiani, ubicado en ciudad de Juliaca, Puno. Esta escuela funcionó hasta que se instalara la Escuela Privada Adventista de Jullicunca.

  CREACIÓN DE LA ESCUELA ADVENTISTA JULLICUNCA

    El año de 1922 se establece una Estación Misionera Adventista en Panpachulla cerca de la ciudad de Urcos, Cusco, con el nombre de Misión del Valle de Cusco, según el informe hecho por el misionero Ivan Balabarca Cárdenas. 

    Desde este lugar se proyecta la tarea de redimir a los habitantes del Cusco, mediante escuelas privadas adventistas y con la presentación del Evangelio de Cristo, el misionero David Enrique Dalinger y su esposa Iris Alicia Saller, misioneros que llegaron de Argentina. Desde la Estación Misionera de Urcos, el misionero David Dalinger y el colportor Pedro Neira se dirigieron al territorio del Distrito de Ocongate, Quispicanchis, Cusco. En una ocasión, se estaba realizando una reunión de los integrantes del Comité de Defensa del Derecho Pro Indígena Tawantinsuyo, en lugar denominado Llullucha, en ese momento llegan tres personas, y ellos eran misioneros adventistas, David Enrique Dalinger, su esposa Iris Alicia Saller y Pedro Neira; los esposos eran argentinos y Pedro Neira era peruano, quien acompañaba como guía y traductor, el misionero peruano saluda y les dice: “Taytakuna, kunanmi inti lloqsimun runapaq, chaymi runakuna chaninchayta tarpanqaku.” (Señores, el sol de justicia ha salido para los campesinos y alcanzarán justicia.) Les presentó la propuesta de crear escuelas rurales, para alcanzar liberación verdadera, dijeron que solo con la educación integral serían libres de la explotación del hombre por el hombre, en esa ocasión, también les propuso tener una reunión en la noche, y esa noche les presentó la Buena Nueva, el evangelio de Cristo Jesús, comunicando que el Dios Creador vino del cielo y se hizo hombre, naciendo de la virgen María, se bautizó en el río Jordán, murió en el Monte Calvario, resucitó al tercer día de su muerte, retornó al cielo, y pronto vendrá para poner fin al sufrimiento humano en la tierra y a recompensar a los seres humanos conforme a sus obras, los oyentes se maravillaron y creyeron esa buena noticia. 

     Los primeros creyentes del evangelio de Cristo fueron Jerónimo Turpo Layme y sus hijos Mariano Carmelo y Agustín. Cuando avanzaron los misioneros proclamando las Buenas Noticias, surge la oposición, los trataron de herejes, especialmente la familia Astete, hacendado del lugar. Se incrementaba los creyentes del evangelio de Cristo, habían aceptado la vigencia de la Ley de Dios, los Diez Mandamientos. Estos nuevos discípulos asistían cada sábado al local de la Estación Misionera Panpachulla, Urcos, denominado también Misión del Valle de Cusco, ellos tenían que caminar aproximadamente 57 kilómetros, tenían que partir de sus casas a las 3 a 4 de la mañana, lo peor es que, algunas veces los opositores a la educación indígena y al evangelio del Maestro de Nazaret, les esperaban en el camino para maltratarlos, cuando Carmelo elevaba oraciones suplicantes y fervorosas, veía la protección de Dios. 

     En una ocasión Jerónimo Turpo llega de la Estación misionera, con un maestro adventista a Llullucha, este maestro asumió las labores educativas en la escuela privada de Llullucha, este maestro les enseñaba a orar y cantar canciones cristianas, les contaba historias bíblicas, también memorizaban versos bíblicos; por esta razón se convierte la institución educativa en escuela adventista. En esta escuela el alumno Carmelo Turpo toma la decisión de estudiar para ser maestro, al ver a su profesor que trabajaba y educaba, no solo para esta vida, sino para la eternidad. 

     Antes que llegaran los maestros adventistas, Jerónimo Turpo Layme, había solicitado la creación de una escuela estatal, en su viaje a la ciudad de Lima, capital de la República del Perú, a consecuencia de esta petición llega la profesora Rosario Nuñez, con una resolución de creación de la escuela estatal, con oficio de la Inspectoría de Quispicanchis. Ahora tenía que funcionar dos escuelas en su propiedad de Jerónimo. En ese entonces surge la idea de trasladar a la escuela adventista a lugar llamado Quiswarani, donde construyeron aulas y un templo. 

     Un día llega un maestro adventista de Azángaro, con la noticia de que en Juliaca se había creado una escuela normal, para preparar maestros, esta noticia le alegró a Carmelo Turpo, en esta ocasión confirmó su decisión de estudiar para ser educador, agradeció a Dios en oración, suplicando que se hiciera realidad ese sueño. Carmelo a los 11 años emprende el viaje hacia Juliaca y estudiar para servir en el magisterio, viajó junto con el maestro adventista, el viaje duró 7 días. En el colegio Chullunquiani le asignaron una habitación, él tenía que preparar sus alimentos diariamente, así empezó su vida estudiantil de Carmelo, transcurrido dos años, llega notificación de que el colegio sería clausurado, eran los días del año 1926, por esta razón regresa a Cusco, al lado de sus padres, pero el año 1933 regresa a Juliaca a continuar con sus estudios. Ese año estaba de Pastor Asencio Sosa. 

     En la reapertura de las labores académicas en el colegio de Chullunquiani, no había suficiente cantidad de alumnos, por tal razón Carmelo empieza su vida de misionero con el colportaje, su compañero de colportaje fue Cepriano Velarde; el campo de trabajo que le asignaron fue Azángaro, Ayaviri, Sandia y la región de Cusco. En la zona de Cusco estuvieron trabajando por las provincias de Acomayo, Canchis, Quispicanchis, Calca y Urubamba. Y el año 1934 vuelven al Colegio de Chullunquiani, en esa ocasión se bautiza Carmelo Turpo, comprometiéndose a serle fiel y servir como maestro. 

     El año 1937, Carmelo Turpo reapertura la escuela adventista, porque había dejado funcionar esta institución educativa, y también se forma un grupo de adventistas, inician con las reuniones en el día sábado, y se realiza la primera escuela sabática, con apoyo de los hermanos Pablo Larico y Nazario Mamani. Para el mes de abril tenían una autorización provisional para el funcionamiento de la escuela adventista de Jullicunca. El año 1938 deja como Director de la Escuela Adventista Jullicunca al maestro Mariano Quispe, y Carmelo Turpo trabaja en la Escuela Adventista de Pampachulla, Urcos, llamado también Urcospampa. En 1939 Carmelo Turpo contrae matrimonio con Paula Mancha Marza, natural de Isla, Juliaca. Trabaja como misionero en Ayaviri y como maestro en la Escuela Adventista de Laro.

    En 1941 vuelve a su tierra natal Jullicunca, Cusco, trabaja como evangelista de la zona de Estación Misionera Valle del Cusco, ubicado en Pampachulla, Urcos, Quispicanchis, Cusco. De ahí se dirige hacia Jullicunca, donde se instaló una Estación Misionera Adventista. En ese periodo de 1941 a 1944 se gestiona la creación de la escuela y se logra el reconocimiento oficial de la Escuela Adventista Privada Jullicunca. 

INSTITUCIÓN EDUCATIVA PRIVADA  AD VENIR OCONGATE, CUSCO

     A partir de 1999 lleva el nombre de Institución Educativa Privada AD VENIR Ocongate, Resolución Directoral 0098, 04 de octubre 1999, UGEL Quispicanchis, Dirección Regional de Educación Cusco. La institución educativa empezó a funcionar en Llullucha, después en Jullicunca, finalmente en Ocongate. Citamos algunos nombres de los directores de la escuela adventista: Carmelo Turpo Ayme, Mariano Quispe, Ester Turpo, Nohemí Turpo, David Choquehuanca, Cirilo Yapura, Nemecio Pucutuni, Justino Mamani, Julio Franco, Javier Chaparro, Ruth Vilca Quispe, Elizabeth Huanacuni, en 2020 Director: profesor Celso Cuaquira Quispe, Secretaria: Urbelinda Mamani; docentes del Nivel Inicial: Elva Maqque Ramirez, Jakelin Alccahuaqui: Nivel Primaria: Delia Nelly Huayto Cupe, Soledad Tatapaque Muñoz, Ruth Quispe Arias; Junta Directiva Promotores, Presidente: Samuel Pucutuni, Secretaria: Raquel Choquehuanca, Tesorero: Walter Guevara Lima; ellos comprometidos en el desarrollo armonioso de la facultades físicas, mentales y espirituales del estudiante, con el ideal de alcanzar la altura del Maestro de Galilea el Señor Jesucristo, preparando para esta vida y la eternidad. 

 Lic. Alejandrino Halire Ccahuana

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Adventistas en Puno y Cusco