ADVENTISTAS CUSCO





David Dalinger pionero de la educación cristiana adventista

Se inició con el misionero David Enrique Dalinger y su esposa Iris Alicia Saller, vinieron de Argentina, juntamente con el misionero Pedro Kalbermatter, para apoyar la obra que había iniciado el misionero Ferdinand Anthony Stahl conocido como el apóstol de los indios. Eran los años 1918 a 1930, cuando llegaron los misioneros Kalbermatter proyectado para trabajar en Puno en la zona quechua y Dalinger para la Región del Cusco, para establecer centros misioneros y escuelas.

Dalinger antes de venir al Cusco estuvo en Puno, empezó a trabajar en Platería. Un día un indígena entregó una nota anónima en el mes de noviembre, a los misioneros adventistas, la nota decía que, debían abandonar antes del 24 de diciembre, si no querían morir. Hemos determinado terminar con la Misión Adventista de Platería, Puno, Perú.

David Dalinger y el Pr. Achenbach se encontraban en la escuela rural de Platería, oraban y se aferraban a la promesa del Salmo 91 fervientemente cada noche, en esos momentos difíciles. Entonces solicitaron protección al Prefecto de Puno, les envió un oficial con cuatro soldados.

Antes del día programado para matar a los misioneros, se acerca Emilio Pinazo a caballo con un compañero bandolero, al oficial Bermudez y le dice: que va a hacer Ud. Con sus cuatro soldados contra dos mil indios. Mejor sería retirarse de este lugar con sus hombres, y retire a esos gringos, Si no vamos a matar como a perros.

El Teniente le dijo: ¡Ud. me mata, o queda preso! Con sus soldados lo esposaron, el oficial le indica a David Dalinger, que prepare una habitación para detenerlo, quien en ese momento estaba enseñando a sus alumnos en uno de los ambientes de la escuela, él era maestro, enfermero y predicador. Pinazo enjaulado como un león, gritaba, maldecía, rogaba, y ofrecía una suma grande de dinero por su libertad, pero el oficial Bermudez le dijo: Ud. No faltó respeto a mí, sino a una autoridad militar, y se mantuvo firme; vino refuerzo de militares y la llevaron preso a Puno.

El día sábado siguiente, concurrieron al culto de adoración de los adventistas, personas extrañas, eran miembros de la banda de Pinazo, al final hicieron pregunta a algunos hermanos, ¿Ustedes tienen armamentos en cantidad? ¿Dónde las tienen esos armamentos? Cuando estábamos por atacar, vieron multitud de gente armada, la cantidad superior al de nosotros. Sin duda Dios envió a sus ángeles. La semana siguiente, vinieron autoridades de Puno para averiguar del armamento que tenían los adventistas.

El año 1922, David Dalinger llega a la provincia de Urcos, Cusco, con el plan de establecer una estación misionera, se establece con el nombre, Misión Valle del Cusco, para ello se compró un terreno, y se empezó a instalarse; información alcanzada por el misionero Iván Balabarca Cárdemas, MSP.

 El terreno de la Misión Adventista fue comprado del señor Astete, uno de los hacendados del lugar; el aporte económico para la adquisición del terreno, fue hecha financiado por la misión adventista del Sur del Perú y un buen porcentaje fue el donativo del Ing. de Minas Eduardo Francisco Forga, arequipeño de nacimiento; él había conseguido apoyo económico de los cristianos de Inglaterra, que amaban la educación adventista que deseaban aportar para el proyecto de la predicación del evangelio de Cristo en el territorio de los incas del Tawantinsuyo.

 Eduardo Forga estaba interesado en los habitantes de Arequipa y Cusco. En uno de sus petitorios hechas en el extranjero, solicita ayuda con estas palabras: “Es un hecho que los indígenas peruanos viven bajo las más lamentables situación moral, intelectual y social. Que es un deber sagrado, de patriotismo y humanidad, rescatarlos de su estado abyecto y triste… Que la propagación del evangelio pueda hacerles vivir feliz, creo que es el mejor medio para que alcancen su emancipación…el Dr. David F. Warkings apoyó este propósito de llevar el evangelio en su simplicidad a los indios quechuas; emplear maestros para los descendientes de un imperio histórico, firmaron el documento: Eduardo Forga, presidente, Eusebio Caballero, secretario.” (Folleto Los Hijos del Sol publicado por el Dr. H. G. Guinness)


Para el año 1924, ya se había construido un pequeño templo, casa pastoral y ambientes para atender a los enfermos. Se establece la Misión Adventista. (Dr. Merling Alomía)

Los religiosos de la Iglesia tradicional les habían dicho que, esos misioneros adventistas son hijos del diablo y llevan maldición. Las respuestas a sus amables del misionero saludos guardaban silencio, o pronunciaban una sola palabra Saqra. Los que simpatizaron primero con los esposos Dalinger Saller, fueron los patrones de los indígenas, visitaban al local de la misión.

Un día la esposa de un indígena fue acorneada por un toro y le dejó gravemente herida, con los intestinos al aire; entonces uno de los hacendados aconsejó a la misión adventista. Solicitó curación de su esposa, Dalinger aceptó.

Dalinger visitó a su casa del indígena, antes de iniciar la curación, invitó a los familiares, que le acompañaran en la oración y se dieron cuenta que, se dirigían a Dios en oración y no al diablo, así empezó la confianza con los habitantes de Urcos.

Pero cuando empezaron a construir una escuela, el edificio estaba casi terminado; el sacerdote católico de Urcos, solicita apoyo a los religiosos franciscanos de la ciudad del Cusco, para combatir a los evangelistas adventistas.

Un día, cuando Dalinger estaba ausente, fueron una multitud a la casa del misionero dirigida por franciscanos, para atacar al local, la esposa hizo frente después de orar. Los franciscanos con su estandarte y el sacerdote de Urcos están en la puerta, y dijeron: Queremos hablar con el jefe de la Misión, les contestó: Soy la esposa del misionero, él está ausente en este momento. Uno de ellos, señalando con el dedo, le dijo a la esposa de David Dalinger: Señora, como ministros de Dios, venimos a comunicarle, que deben desocupar este lugar en 48 horas, si quieren evitar la lucha; los indios no los quieren a ustedes. La esposa del misionero cuenta lo siguiente: “Pedí a Dios en silencio que me ayudara a contestar, y después les dije: ministros de Dios, nosotros no estamos aquí para luchar, sino para mantener la paz.  Pero ellos me contestaron: ¡Señora, sino quiere ver lucha y ver sangre, váyase de aquí, antes de que sea tarde! Yo le respondí: En todo caso las autoridades tendrán que decirnos, cuándo debemos desocupar este lugar y no ustedes.”

Entonces a una señal dada por uno ellos, la multitud de indígenas empezaron a rodear al local de la misión, con gritos salvajes, y empezaron a arrojar piedras con sus hondas, al ver que rompían los vidrios de las ventanas, la señora Iris, esposa del misionero, corrió a la casa y los juntó a sus hijos menores como la gallina junta a sus pollitos, suplicó a Dios de rodillas: Señor Todopoderoso, no permitas que seamos sacrificados por esta furia de enemigos... En ese instante escucha la voz del Dr. Castillo amigo de su esposo y otros más como los señores Salazar, Esquivel, y Yabar. Habían venido a socorrerlos al escuchar los gritos de furia, ellos estaban bien armados, y la multitud desapareció. Yabar que era fuerte y alto, les gritó a los curas diciendo: Debía tener vergüenza, ellos viven cuatrocientos años de retraso, lo que ustedes no han podido educarlos, los gringos lo estaban haciendo en un año.

Los sacerdotes enviaron un telegrama al Presidente Augusto B. Leguía, para que apoyara la expulsión de los adventistas. También los vecinos cultos del lugar como el Dr. Castillo, los señores Esquivel, Yabar y otros enviaron otro telegrama contrarrestando a la petición anterior.

En Lima intercedió el Dr. José Antonio Encinaspropulsor de la filosofía de Escuela Nueva para el Perú. él era amigo de los adventistas, por la educación integral que impartían. Solicitó garantías para los misioneros en Urcos.

El Presidente de la República ordena al Prefecto, para dar garantías a los misioneros adventistas en Pampachulla, Urcos mediante el Prefecto del Cusco. El Prefecto envía doce guardias civiles para protegerlos; suplicaron a los misioneros que no hicieran ninguna denuncia, porque va han reparar los daños.

Así permaneció la Misión Adventista, fruto ellos es la educación del misionero Carmelo Turpo, Domingo Yupanqui, Justo y Román Taiña de Llaqtapampa Acomayo y otros. Posteriormente el terreno de la propiedad de la Misión Adventista Valle del Cusco, Pampachulla, Urcos se vende y se compra un terreno en la ciudad del Cusco y es la actual propiedad de la Iglesia Adventista de la Av. Pardo.

Pedro Kalbermatter en Cusco

    No puedo pasar por alto hacer una referencia histórica de aquella persona que fundó más de 20 escuelas rurales adventistas en el sur del Perú, su nombre es Pedro Kalbermatter, el nombre de su esposa, Guillermina Daggeler, ambos enfermeros, graduados en la Escuela de Enfermería Sanatorio Adventista del Plata, Argentina.

    Los esposos Kalbermatter y Daggeler, llegaron al Perú en 1919, inició su labor de médico misionero en Platería, pasó a Samán, Laro, Choquechambi, San Antón, en la Región de Puno, también trabajaron en algunos momentos con los misioneros David Dalinger y Orley Ford. Posteriormente en 1928 fue enviado a la Región Central del Perú, se instalaron en Huancayo, ingresó con su misión a Perené, Huanta, Ayacucho, Andahuaylas y finalmente en Cusco. 

Pedro Kalbermatter a partir de 1930 fue misionero de sostén propio, trabajó en la Región de Apurimac, ubicándose en Andahuaylas, su esposa trabajó en el Centro de Salud de Andahuaylas, en ese entonces se llamaba, Sala de Primeros Auxilios de la Asistencia pública como enfermera. 

    Kalbermatter en su libro denominado: "20 años como misionero en el Perú profundo", nos da el siguiente testimonio: "Durante los 20 años que yo trabajé como misionero en el Perú profundo, tanto entre los naturales como entre los blancos y mestizos de las ciudades, tanto entre los curas como entre los estancieros, llegaron a ser mis mejores amigos, y cuando yo tenía que ir a sus estancias para atenderlos en sus graves accidentes me recibían con los brazos abiertos. Ya no era más el hereje protestante, sino el señor, doctor Kalbermatter. Después de atender a la víctima o al enfermo, me daban el primer asiento en la mesa, y cuando tenía que pernoctar me daban el mejor cuarto y la mejor cama. Con la obra médica misionera tuve la oportunidad de relacionarme íntimamente con toda esta gente, tanto en los pueblos como en el campo y hasta me dieron la oportunidad de llenar sus hogares con toda clase de libros y literatura que enseñaba de la manera más clara y sencilla nuestras doctrinas tan puras, tal cual las enseña Cristo el gran Maestro y sus santos apóstoles. Para mí era el gozo más grande el poder servir a estos, especialmente a los que eran mis enemigos más encarnizados, los que me amenazaban con la pistola al pecho y me decían: ¡Se retira o lo matamos! , y cuánta vergüenza y arrepentimiento estos señores después me confesaban sus pecados y la imprudencias que habían cometido en mi contra y de mis pobres indígenas, muchos de los cuales tuvieron que sacrificar sus vidas hasta que la obra fue establecida sobre fundamentos firmes y seguros." (20 años misionero en el Perú profundo, 76)

    En Cusco, trabajó en el Hospital Antonio Lorena, a partir del año 1935 aproximadamente. Su hijo Orlando estudió en el Colegio de Ciencias del Cusco, su padre laboró como jefe enfermero en el hospital citado. Como jefe de la sala de operaciones, organizó una escuela de enfermeros, donde era uno de los de los ocho docentes de esta primera Escuela de Enfermeros,  prepararon más de 50 enfermeros, de esa manera mejoraron los servicios en ese hospital. En hospital se conoció con los doctores: Frisancho,Gabancho, Garcia. Él menciona a los médicos cirujanos destacados a los doctores: Vallenas, Ochoa, Kallo, Arteta y Grados. Me llegó la información que las letras de alto relieve que se encuentra en el frontis del hospital, fue la idea de Kalbermatter, que a letra dice: Amar a Dios y al prójimo como a ti mismo.

Primeros Adventistas en Cusco

La historia eclesiástica nos dice, como primeros adventistas en Cusco a: la familia Yupanqui, familia Linares, familia Taiña, familia Turpo, familia Cusi, familia Orduña, familia Paulino Mamani, Hipólito Mamani y otros, hasta la década de 1950.

Después de la preparación del terreno espiritual por el misionero argentino Pedro Kalbermatter en la ciudad del Cusco, se dicta una serie de conferencias en esta ciudad, por un misionero procedente de Norte América, presentando la Buenas Nuevas de Dios. Se continua con la labor de misioneros laicos y colportores.

En 1938,  Andrés Paredes Vega y su hija Rosa Elvira Giraldo se bautizan, mediante el bautismo por inmersión y no por aspersión, como se bautizó el Señor Jesucristo en Jordán, este hecho fruto de la obra de Dios, el Espíritu divino les guió en el conocimiento del amor de Dios y de la verdad, de la vigencia del Ley de Dios, especialmente la del cuarto Mandamiento de la Ley de Dios, comprobando personalmente en su investigación de la Biblia, de Editorial Católica, en ese hambre de conocer la verdad, preguntaba a los párrocos de ese entonces. Inicio esta indagación porque, unos misioneros, le habían dejado una invitación para las conferencias religiosas, por la rendija de la puerta de su tienda ubicado en la calle Santa Clara; era una tienda bien conocida, llevaba el nombre de, "Casa Paredes, Casa del Hombre Elegante". Andrés Paredes Vega, se convirtió en un misionero laico, compartió su descubrimiento de la verdad y del plan de salvación que tenía Dios para la humanidad. Resultado de su trabajo misionero conocieron la Verdad  con mayúscula, que es el Señor Jesucristo, que siendo Dios se había hecho hombre para rescatar a los humanos, muriendo en la cruz del Calvario; se bautizaron posteriormente su familia, como: Ramón Paredes Vega, padre del Ing. A. Milton Paredes Monrroy; Agustín Paredes, padre del profesor Juan Paredes, docente de la Gran Unidad Escolar Inca Garcilaso de la Vega y también de Augusto Paredes.

Esta información sobre los primeros cristianos adventistas en Cusco, es gracias al testimonio de la hija de Andrés Paredes Vega, Edelmira Paredes, quien se bautizó en 1970 y de su hija Miled, ellas radican en Cusco, Perú, estamos escribiendo estos registros históricos este año 2020.

Construcción del Primer Templo Adventista

En 1950, se empieza a soñar con la construcción del primer templo adventista en la ciudad del Cusco, Aunque, ya existía, un templo la pampa de Urcos, lugar llamado Pampachulla, Provincia de Quispicanchis, Cusco. Según el testimonio de Hipólito Mamani, quien visitó varias veces, nos dice que el templo tenía una mirada hacia la ciudad del Cusco, había el mensaje divino: TEMED A DIOS, Y DADLE GLORIA, (Apoc. 14:7) dentro del templo detrás del púlpito, nos dice también, que había una casa pastoral, árboles frutales y un maizal gigante, que estaba hacía nor- este de la carretera. 

En esta década del 1950, se compra un terreno para la construcción en Av. Pardo, con la aportación de recursos económicos de la MLT, que también tenía en custodia los fondos del patrimonio del local del Misión del Valle del Cusco, Urcos. Los años l955 y 1956 se construye el actual templo ubicado en la citada avenida, fue dirigido por técnicos extranjeros y por el pastor también americano.

En la actualidad hay más de siete templos y cinco distritos misioneros en la ciudad del Cusco; también ya existe un local propio de la Misión Sur Oriental del Perú, ubicado en el Distrito de Wanchaq.

Creación de la Escuela Adventista en Cusco

 

 En 1958 se crea la primera Escuela Adventista con R. M. 16501 y funciona en el salón multiuso, que se dividía a tres salones de clase, separadas como cortinas corredizas de madera, la primera directora de la Escuela Adventista fue, Dominga Paredes Caballero.

La institución educativa empezó a prestar sus servicios educativos con el Nivel Primario: Transición, 1°, 2° y 3° Año o Grado. Gracias a Dios y al profesor Rubén Chambi Ch. quien solicitó la creación de la escuela adventista; la escuela prestó sus servicios en el local de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, ubicado en Av. Pardo 928. Se creó con el nombre: Escuela Mixta Particular José Pardo




                                              

9.      BIBLIOGRAFÍA
·         Fernando Stahl, En el País de los Incas
·         Merling Alomía, Primeras Aventuras en el Perú
·         Elvio Ferreira, Eduardo Francisco Forga
·         Justo R. Taiña, La Educación del Hombre Andino
·         Rubén Chambi, Monografía
·         Pedro Kalbermatter, 20 años como misionero
·         Justo Taiña, La Educación Indígena, Tesis UNSAAC
·         Ximena Málaga, Educación Racializada, Tesis, Universidad Católica del Perú.
       Testimonios de: Ing. A. Milton Paredes Monrroy, Edelmira Paredes, Prof. Ricardo Samuel Turpo Mancha, Hipólito Mamani y otros

¡EDUCA PARA ESTA VIDA Y LA ETERNIDAD CON  JESUCRISTO!

¿Quiere ver el testimonio de Hipólito Mamani?

Nos hablará sobre el primer templo adventista en la Región del Cusco.










Lic. Alejandrino Halire Ccahuana

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Adventistas en Puno y Cusco