COLEGIO ESPINAR

HISTORIA DE LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA ADVENTISTA ESPINAR, CUSCO
    Por los años 1920 a 1925 hubo un despertar en la creación de escuelas rurales en el departamento del Cusco, para la educación de los hijos de la población indígena, porque habían surgido líderes originarios con una mentalidad de salir de la ignorancia, para no seguir siendo explotados por los terratenientes o hacendados. 

     En la ciudad de Lima, 16 de junio de 1920, se crea el Comité Central Pro Derecho Indígena Tawantinsuyo, a iniciativa de los delegados indígenas del país. El local de esta organización, estaba ubicado en Calle Puno 363, segundo piso, frente al Congreso de la República. Agosto de 1921, se realiza el Primer Congreso Indígena Tawantinsuyo en la ciudad de Lima, concurrieron líderes indígenas de todo el sur y centro del Perú, una de las conclusiones y acuerdos fue la creación de escuelas indígenas. Presentaron un petitorio al Congreso para que cese la maltrato a los indígenas del Perú y la creación de escuelas rurales. Fruto de esta petición, se aprueba una ley en el Congreso Regional del Sur, en Moquegua, promulgada por el presidente Legía, el día 6 de octubre de 1922, donde se prohíbe los servicios gratuitos a las autoridades, los servicios llamados: pongos, semaneros, mitayos y otros. Es muy importante recordar la vida de los líderes indígenas que lucharon por la educación de hijos de comuneros y originarios del Cusco, como de Domingo Huarca, líder de los comuneros de Tocroyo, de la provincia de Espinar, a comienzos de 1921, fue asesinado de manera brutal por los gamonales de esa localidad colgándolo su cuerpo de la torre de una capilla. 

     En el segundo periodo del gobierno del presidente Augusto B. Legía, hubo apoyo en la creación de escuelas privadas para la educación de indígenas, mediante el Ministerio de Fomento, prueba de ello encontramos informe del Inspector de Enseñanza, Zonal Acomayo, Cusco, la existencia de cuatro escuelas rurales privadas en la provincia de Acomayo, informe a la Sub Prefectura de Acomayo, con fecha, 28 de marzo de 1925; una de las escuela fue de Llactapampa, tierra natal del pastor adventista Román Taiña Condori y del profesor Justo Taiña, escuelas promovidas por los licenciados en servicio militar, encabezado por Marcelino Halire, quien fue perseguido y muerto, sepultado en la laguna de Pomacanchi, por crear escuelas para indígenas, con su lema: Solo la educación nos hará libres de la explotación del hombre por el hombre, este líder había tenido influencia de los educadores adventistas de Puno, él promovía la educación integral para sus maestros y alumnos, en una de sus cartas dice: Los maestros deben tener salud física, mental y moral buena. Hubo en Cusco la persecución como en la región de Puno al principio del siglo XX. Gloria a Dios, la masa humana indígena fue liberado de la explotación por la educación de sus habitantes. 

     En 1928, los habitantes indígenas de Espinar, se informaron de que, los adventistas estaban creando escuelas rurales adventistas en la región de Puno, por esta razón viajan a Puno, para encontrarse con los adventistas, dos líderes indígenas de Espinar, el viaje duró aproximadamente 15 días; llegaron a una Estación Misionera Adventista, donde solicitaron un maestro adventista y la creación de una escuela rural. El administrador de la Misión Adventista, les contestó que, no sería factible en estos años, pero en años posteriores sería posible realizar vuestro sueño de enviar un profesor hacia el departamento del Cusco. 

     En nuestra labor de indagación sobre instituciones educativas adventistas, encontramos una fuente bibliográfica del Mag. Antonio Saulo Echavarría Quiroz; el magister en su investigación nos alcanza la información del encuentro de los líderes indígenas cusqueños. El administrador que les atendió a los líderes indígenas de Espinar era el pastor E. L. Maxwell, Administrador de la Estación Misionera, Puno; él fue el primer presidente de la Unión Incaica, que integraba Perú, Bolivia y Ecuador, según la información de Héctor. J. Peverine en su libro en las Huellas de la Providencia, pág. 173. 

     En 1952, llega a Yauri capital de la provincia de Espinar, Felipe Quispe y esposa; esta pareja de esposos eran adventistas, con el propósito de radicar y trabajar en Espinar; llegando a Yauri Espinar se conocieron con la familia Vílchez Allasi, lo que más alegró a Felipe, es que esta familia también eran adventistas, no solo eso, también procedían de Ayaviri, por esta razón, conversaron reavivar su fe, permanecer fieles y compartir con los habitantes de este lugar el evangelio de Cristo Jesús, y se reunieron el siguiente sábado y adoraron a Dios, con un espíritu de adoración y gratitud, a partir de esa fecha se reunían en la casa de la familia Vílchez, estudiaban la Biblia y realizaban culto de adoración a Dios en Espinar.

     Ya había transcurrido varios sábados, al informarse de estas reuniones sabáticas, algunos habitantes del lugar les comunicaron a las religiosas de la iglesia católica. Y un sábado fueron sorprendidos por uno grupo de mujeres, encabezada por la religiosa Sor Rosario Choquepuma, en esta ocasión les insultó de todo, una de las palabras que usaban fue el adjetivo saqras, herejes; les advirtieron con las siguientes palabras: que sí, seguían reuniéndose será peor nuestras actitudes y acciones. 

     Ellos, perseveraban en realizar sus reuniones sabáticas y adorar al Dios Creador conforme a las enseñanzas del Señor Jesucristo, y lo realizaba en el campo rural, cerca al río Cañipía, que está cerca de la ciudad de Espinar o Yauri. Al transcurrir el tiempo llamó la atención la vida de estos cristianos adventistas, surgen simpatizantes de los adventistas, uno de ellos era Carlos Zevallos y en esos días estaba con el cargo de teniente gobernador de Espinar. 

     Un día, Carlos Zevallos, se encontraba en su despacho de teniente Gobernador, en el local de la Sub Prefectura de Espinar, un grupo de mujeres encabezado por la esposa del mayordomo de la iglesia católica, traían a mujeres de sus cabellos, acusándolos de que son evangelistas, herejes, ellas están alborotando con sus enseñanzas de herejías a la población de Espinar; solicitaron a la autoridad para que las expulsen de esta ciudad. Entonces, el señor Zevallos, como conocedor de las normas legales, les dijo a los acusadores, que no se podía hacer eso, porque en nuestro país, hay libertad religiosa y pueden profesar la religión que les indique su conciencia. Finalmente les dijo a las mujeres adventistas, podrán seguir reuniéndose, pero háganlo con mucha sabiduría, solemnemente casi en silencio, para evitar estos hechos. Cuando se retiraron las mujeres acusadoras, les llamó a los esposos y les preguntó: ¿Cómo se llama vuestra iglesia? Iglesia Adventista del Séptimo Día, nosotros somos adventistas y estudiamos la Palabra de Dios, y les mostró un ejemplar del libro sagrado de Dios, la autoridad les manifestó que me gustaría conocer el contenido de este libro llamado la Palabra de Dios o Biblia, esto muestra que fue motivado leer este libro de Dios. 

     En el mes de octubre de 1952 el señor Zevallos, les sugirió a los hermanos adventistas, que pueden reunirse en su cabaña o estancia en Suero para evitar problemas con los religiosos católicos; en estos días se denomina el lugar, Sueroccama, porque pertenece esa área de terreno a la Comunidad Campesina Sueroccama. Los primeros estudiantes de la Biblia fueron los miembros de la familia Carlos Zevallos, también les cedió una habitación para reunirse los días sábados y llevar a cabo el programa de Escuela Sabática y Culto Divino. A este lugar concurrían los sábados la familia Vilchez Allasi y Quispe. Los cánticos que cantaban, se escuchaban a la casa de Patricio Quirita que se ubicaba a 200 metros de la cabaña del Sr. Zevallos, los cánticos y la presencia de personas bien cambiadas como para una fiesta, llamó la atención estas reuniones sabáticas a la familia Quirita. Un día sábado Florencio, el hijo del señor Zevallos les invita participar de las reuniones a su amigo Flavio, que era hijo mayor de Patricio Quirita, Flavio empezó a asistir a las reuniones sabáticas. Lo más sorprendente fue, que, un sábado el padre de Flavio acepta la invitación de su vecino a la reunión también, y cuando llegó a la casa de su vecino la encontró a su hijo Flavio, que sin autorización de su padre estaba asistiendo todos los días sábados anteriores, porque el salía a pastorear su ganado, pero el inteligentemente encargaba a otro pastor para que lo cuidara sus animales por ese día. 

     Los primeros estudiantes de la Biblia, fueron los miembros de la familia Zevallos y Quirita, estudiaban en la casa de Carlos Zevallos, posteriormente se trasladó a la casa de Patricio Quirita y eso le agradó mucho al hijo Crispín y a los otros. Los primeros espinarenses que se bautizaron fueron: Carlos Zevallos y Patricio Quirita, para esta ceremonia del bautismo viajaron a la estación misionera de Onoccora, Sicuani, el viaje duró aproximadamente ocho horas, el bautismo se realizó en el mes de abril de 1953; este hecho fue una alegría para la familia espiritual, especialmente para Dios y de hecho para los familiares. Los primeros meses del año 1953, el misionero Pedro Neyra llega a Espinar invitado por los hermanos adventistas de ese lugar para realiza la ceremonia del rito de humildad y Cena del Señor, él vino de la Estación Misionera de Onoccora, Sicuani; con él se realizó el primer rito de humildad y Cena del Señor en Espinar, de paso por este lugar él evangelizó, especialmente en el distrito de Pichigua. 

      CREACIÓN DE LA ESCUELA ADVENTISTA EN ESPINAR
Primer local de la escuela Adventista Suero, Espinar 

     1953, el sueño de crear una escuela adventista se haría realidad en Espinar, ese sueño de los espinarenses que viajaron a la estación misionera de Puno en 1928, viaje que duró15 días, donde les había prometido el Pr. Maxwell presidente de la Misión de Lago Titicaca, Puno. que en lo futuro les enviaría un maestro. 

     Era el mes de abril, mes de la matrícula en la Escuela Pre Educacional N° 1071 de Espinar, cuando los padres de familia Carlos Zevallos y Patricio Quirita acudieron a matricular a sus hijos, cuando solicitaron matrícula, fue rechazada por el director de la institución educativa citada, porque eran adventistas. Entonces, solicitaron a la Misión de Lago Titicaca, Puno, un maestro y la creación de una escuela; esta petición fue aceptada, por los administradores de la Misión Adventista. La semana siguiente llega el primer maestro adventista para Espinar, era Félix Cotacallapa, llegó acompañado por el hermano Mogrovejo y familia venían de Pichigua. 

     El maestro Félix Cotacallapa convocó a una reunión de los hermanos y a futuros padres de familia de la escuela. Acordaron habilitar dos habitaciones en la propiedad de Patricio Quirita, quien con mucho gusto cedió el lugar para que funcione la escuela. Los cristianos adventistas recuerdan a los primeros alumnos: Florencio, Marcelino, Valentina Zevallos, Crispín Quirita, Antonio Vilchez, Cristina Quispe y otros; se inició con 13 alumnos. Había una alegría grande ver el funcionamiento de la escuela adventistas. La fe de la hermandad adventista veía, de como Dios conducía su obra de redención en la pequeña iglesia y en la escuela; Dios los redimía de la práctica del pecado y los educaba para que sean ciudadanos del reino eterno de Dios. Para el siguiente año escolar construyeron más aulas con techo de calamina, con las donaciones u ofrendas de los creyentes de Espinar. La hermandad, recuerda el entusiasmo y el amor a Dios en la construcción del local de la escuela, la participación de las familias: Valencia, Quirita, Vilchez, Quispe, Colque, Huaracha y otros. Dios reconoce estos hechos, los bendijo, y recompensará conforme a su voluntad. 

     En 1954, se realiza la ceremonia del reconocimiento y creación oficial de la Escuela Privada Adventista Suerocantu y la bendición del local de la escuela, para lo cual vino el pastor Román Taiña Condori, de la estación misionera Onoccora, Sicuani, es el primer pastor adventista que pisa el territorio de Espinar según el informe de la hermandad adventista. En esta ocasión se hace la entrega de la Resolución Ministerial N° 17731, norma que autoriza el funcionamiento oficial de la escuela, la entrega hizo el señor Alfredo Ugarte, Inspector de Zona de Educación Espinar. La obra de la redención creció en Espinar con la colaboración de los padres de familia y el maestro Cotacallapa, para el año 1967, ya había más de 250 adventistas bautizados, según la estadística de la iglesia. 

     Al principio de las labores académicas en la Escuela Adventista de Suero fueron difíciles, los exalumnos nos relatan hechos ofensivos y agresiones de alumnos de la escuela estatal. Los alumnos de la Escuela Estatal Pre Educacional N° 1071 de Espinar, que venían del campo rural, se trasladaban por el mismo camino que usaban los alumnos de la escuela adventista, cada vez que se encontraban en el camino eran agredidos, no solo en palabras, sino hasta físicamente; por este hecho que ocurría, casi diariamente, los profesores de la escuela adventista, planificaron estrategias para protegerlos a sus alumnos. En una ocasión, un profesor se ocultó entre la paja brava para constar las agresiones que recibían sus alumnos, al constar estos hechos, el profesor conversó con los alumnos de la escuela estatal, persuadiendo para mejorar la buena relación entre estudiantes de la escuela estatal y privada, con el tiempo se mejoró la relación. Otra dificultad fue también que, los profesores al principio recibían sus remuneraciones en productos alimenticios o en otros bienes, los educadores servían a veces sin remuneración, solo por a mor a Dios, a los alumnos y a la educación cristiana, Dios siempre lo sustentaba sus necesidades conforme a sus promesas, en otras palabras, vivían por fe, alabado sea Dios. 

     El año de 1965 el profesor Walter Manrique llega a Espinar, como Director Departamental de Educación de la Misión del Lago Titicaca, Puno, y hace una visita a la escuela adventista, en esa visita un padre de familia, Carlos Telésforo, le presenta la necesidad de comprar un terreno en la capital de la provincia de Espinar para la construcción del nuevo local para la institución educativa, le solicitó con estas palabras: Muchos de nosotros deseamos que nuestros hijos estudien en la escuela adventista, pero por la distancia y por encontrarse en el campo rural nuestros hijos y nietos no pueden asistir a esta institución educativa, profesor Manrique, solicito de nos ayude a conseguir un terreno en la ciudad y construir un nuevo local. Entonces el profesor Manrique con una comisión se dirigen a la Municipalidad de Espinar, la entrevista fue concedida y expusieron la necesidad de promover la educación integral y el desarrollo de talentos en los alumnos para la población de Espinar, señor alcalde necesitaban un terreno y construir una escuela más en la ciudad. El señor alcalde en esa ocasión se comprometió donar un área de terreno en el lugar denominado Chillipugio, Antaccollana, con la condición de que, la banda de músico de la escuela adventista participaría en las ceremonias de actos cívicos de la municipalidad. 

     El día 06 de diciembre de 1966, la Junta Directiva de Misión de Lago Titicaca autoriza con voto 66-181 al director de la escuela, firmar la escritura de la concesión del terreno para la escuela de parte de la municipalidad. El día 13 de octubre de 1968, se concreta la entrega del terreno con documento legal otorgada por la Municipalidad de Espinar, cuando era alcalde el señor Álvaro Cárdenas, y el director de la escuela adventista era el profesor Martín Quispe Chara, y el maestro Félix Cotacallapa, ya había asumido el cargo de pastor de la Iglesia Adventista del Séptimo Día de Espinar. Ese día de entrega del terreno, fue un día especial y festivo, con la participación de las autoridades y de la iglesia, donde también tuvo participación de la banda de músicos de la escuela; se elevaron plegarias de gratitud a Dios, por la bendición que estaban recibiendo, para la educación cristiana, porque nuestras instituciones educativas, no solo prepara para esta vida, sino para la eternidad, para que sean ciudadanos del reino eterno de Cristo. 

     El año de 1970, se traslada la escuela de Suero, al nuevo local ubicado en la ciudad Yauri Espinar, esta escuela funcionaba con el nombre de Centro Educativo Particular Confesional Adventista Espinar, CEPCA. El siguiente año escolar 1971, la institución educativa, ya contaba con 122 alumnos, ese año la escuela estaba dirigida por el profesor Francisco Guevara; los salones de clase estaban sin puertas y ventanas, y necesitaban más aulas, para lo cual, la Misión de Lago Titicaca, Puno dio su aporte de (S/. 2000,00) Dos mil soles. Lo que podemos resaltar también es, que la construcción del local y de las carpetas lo realizaban los padres de familia y la hermandad adventista, por amor a Dios y a la educación adventista, Gloria a Dios. 

     En el mes de diciembre de 1973, llega el profesor Mauro Mochica Villasante con su esposa a Espinar, y asume el cargo de director de la institución educativa, por decisión de la Junta de la Misión de Lago Titicaca Puno. También en esa oportunidad también a administrar la iglesia el pastor Román Apaza; la iglesia ya había crecido en cantidad de miembros, por la influencia de la escuela adventista y el trabajo de misioneros laicos y misioneros con credencial, y se crea el distrito misionero Yauri Espinar. 

     A partir de 1977, el Centro Educativo Particular Confesional Adventista Espinar, es administrado por la Misión Peruana del Sur, mediante su departamento de Educación, hasta entonces la institución educativa era administrado por la iglesia. El director de la institución era el profesor Mario Callo Cusi, se recuerda también al pastor Efraín Choque; finalmente administrado por la Asociación Educativa Sur Oriental del Perú. 

     En 1980, se apertura los servicios para el nivel secundario, con la autorización de la Dirección Regional de Educación Cusco, mediante Resolución Directoral Zonal Sicuani, N° 0388-81-ZS. Se inició las labores con 24 alumnos y el director de la institución, el profesor Pablo Quirita, citamos algunos profesores que le acompañaron en su servicio a: Héctor Cotacallapa, Jorge Tito, Crispín Quirita y otros. 

     1981, asume como director, el profesor Ricardo Samuel Turpo Mancha, también recuerda a los profesores: Diomedes Catacora, David Catacora, Heráclides Ticona y a Juan Arapa. Los padres de familia recuerdan también el apoyo económico de la Misión y la Unión de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, siempre pensando en la educación integral de los alumnos, preparando para esta vida y la eternidad. También tuvieron apoyo de unos ciudadanos canadienses con materiales para la construcción de nuevas aulas. 

     Debemos agradecer a Dios y a los pedagogos del Departamento de Educación de la Iglesia Adventista, que pertenecen a la Red Educativa Mundial IASD, esta red educativa tiene una filosofía educativa extraída de las Sagradas Escrituras, cuyo objetivo es redimir a los seres humanos, educarlos para sean buenos ciudadanos en nuestro planeta y también tengan acceso a la ciudadanía del gobierno de nuestro Señor Jesucristo, llamado también reino eterno del Hijo del Hombre. Finalmente reconocer los servicios de los profesores que dirigieron al querido CEPA en los últimos años ante de la pandemia de Covid 19, que fueron: Félix Cotacallapa Machaca, (1954- 1958), Fausto Pacori (1959), Feliciano Huayta (1960, 1961), Félix Cotacallapa (1964- 1964), Cristóbal Mamani (1965, 1966), Martín Quispe (1967 -1970), Francisco Guevara Machaca (1971, 1972), Mauro Mochica Villasante (1973, 1974), Juan Choquetico (1975), Mario Ccallo Cusi (1976- 1979), Pablo Quirita Chullo (1980), Ricardo Samuel Turpo Mancha (1981), Francisco Guevara (1982- 1991), Carlos Virgilio Calla (1992, 1993), Francisco Guevara Machaca (1994, 1995), Daniel Huayta (1996- 1998), Heráclides Ticona Yapu (1999, 2000), Jesús Pomalaya Villalobos (2001- 2003), Adolfo Apaza Apaza (2004- 2006), Alejandro Umasi (2007), Juan Vivires Flores (2008), Marleny Quispe (2009), Maribel Colque Diaz (2010 - 2015), y Luis Gonzales (2016 a 2022) 

     En la actualidad la institución educativa está haciendo sus servicios educativos con tres niveles: Inicial, Primaria y Secundaria. Tienen crecimiento integral, en la infraestructura del colegio, la parte académica y la formación en valores cristianos en los alumnos, profesores y padres de familia; rogamos a Dios que siga bendiciendo para su crecimiento permanente. 

  LOGROS OBTENIDOS EN LA VIDA INSTITUCIONAL 

     En 1995, en el concurso de conocimientos a nivel de USE ESPINAR, un alumno del nivel primario ocupa el primer puesto, en el nivel secundario, segundo puesto en el Área de Historia y Geografía. En competencia de juegos escolares, los alumnos campeonaron en: Básquetbol, Vóleibol y en salto alto. También debemos resaltar la preparación espiritual de los alumnos, especialmente en la formación con valores morales y bautismos de alumnos, en toda la vida institucional y el crecimiento de la iglesia. 

     1996, se logró tetra campeón en Vóleibol damas, primer puesto en el desfile de Fiestas Patrias, también en el 79 aniversario de la provincia de Espinar, aún más en el concurso de conocimientos, a nivel distrital con primaria y secundaria. Ese año se implementa módulos educativos de Biología y Física. Gloria a Dios, también agradecimiento a los administradores y a los profesores del colegio adventista. 

     2003, obtuvo el primer puesto en el concurso de Ciencia y Tecnología de la Región Cusco; el colegio presentó una maqueta de la superficie terrestre de la región, con sus carreteras, yacimientos mineros y lugares turísticos de todo el departamento del Cusco. Actualmente el colegio, está con el nombre de Institución Educativa Adventista Espinar. Innegablemente tuvo más logros, en lo futuro si Dios permite ampliaremos. 

    BANDA DE MÚSICO DE LA ESCUELA ADVENTISTA SUERO, YAURI, ESPINAR
Crisín Quirita, uno de los primeros alumnos de la escuela adventista y primeros integrantes de la banda de músicos de la escuela. 

     En 1963, el músico Salomón Vargas dejó una trompeta en la escuela adventista, este instrumento motivó a los padres de familia, crear una banda de músicos; el maestro Feliz Cotacallapa, que después fue nombrado como misionero y pastor de la iglesia tomó el interés de alcanzar el sueño de la banda de músicos. 

     En 1967, Cristóbal Mamani, organiza y dirige la primera banda de música en la institución educativa, los primeros integrantes de esta banda fueron los padres de familia de la escuela y miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, citaremos algunos nombres que se recuerdan, ellos fueron: Feliz Cotacallapa, Crispín Quirita, Carlos Cevallos, Bonifacio Tapara, Augusto Quispe, Silverio Quispe, Andrés Quispe, Martín Quispe, Alejandro Huaylla, y Bernardo K’ana. 

     En 1968, en fiestas patrias, 27 de julio, la banda de músicos de la escuela adventista Suero, participa en el desfile, ese año también participé en el desfile como alumno del nivel secundario del Colegio Estatal Ladislao Espinar, mi colegio solo tenía una banda de guerra, en cambio la escuela rural de Suero desfiló con su banda de músicos. Esta participación fue histórica para los espinarenses, porque por primera vez, una banda de música propia de Espinar participaba en el aniversario patrio; la concurrencia aplaudió, porque era emocionante ver a alumnos y padres de familia integrando la banda de músicos. Desde entonces quedó en alto la imagen de la escuela adventista, los integrantes de esta banda aprendieron a leer el pentagrama, y tocaban himnos adventistas y el himno nacional. ¡Gloria a Dios! 

     Gracias a la calidad de interpretación del himno nacional y melodías marciales para desfilar de la banda de músicos de la escuela adventista, se ganó el cariño de las autoridades de Espinar, especialmente del alcalde de la Municipalidad Provincial, se ganó la donación del terreno, para la construcción del actual local de la institución educativa; también incremento de alumnos en la escuela, naturalmente la fama de la banda se comentaba en toda la provincia y hubo incremento de la membresía de la iglesia. 
    
 1998, la institución educativa ocupó el primer lugar en el desfile escolar de fiestas patrias, y LXXIX aniversario de la provincia de Espinar, con estos hechos de la banda de músicos del colegio, es bien reconocido el colegio adventista y glorificado el Maestro de los maestros, el Señor Jesucristo, quien es fuente de la sabiduría, y de la inteligencia musical. Sigamos apoyando a los músicos que influyen y cooperan la educación integral, especialmente la formación del carácter cristiano. 

Lic. Alejandrino Halire Ccahuana

  BIBLIOGRAFÍA: 

     1. HÉCTOR PEVERINE, Huellas de la Providencia 
    2. ARIAS MARTINEZ, El Oncenio de Leguía 
    3. SAULO ECHAVARRÍA QUIROZ, Tesis para obtener, Maestro en Teología. 
    4. MOISÉS RIVERA CÁRDENAS, Tesis, Maestría 
    5. Testimonios de ex alumnos y padres de familia del Colegio Adventista Espinar

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